Week #5 Reflection: Saul’s Conversion

En Español

Verse to memorize

“Let us be converted like Saul – in hearts and minds.” (From Acts 9)

Passage

Now Saul, still breathing murderous threats against the disciples of the Lord, went to the high priest and asked him for letters to the synagogues in Damascus, that, if he should find any men or women who belonged to the Way, he might bring them back to Jerusalem in chains. On his journey, as he was nearing Damascus, a light from the sky suddenly flashed around him. He fell to the ground and heard a voice saying to him, “Saul, Saul, why are you persecuting me?” He said, “Who are you, sir?” The reply came, “I am Jesus, whom you are persecuting. Now get up and go into the city and you will be told what you must do.” The men who were traveling with him stood speechless, for they heard the voice but could see no one. Saul got up from the ground, but when he opened his eyes he could see nothing; so they led him by the hand and brought him to Damascus. For three days he was unable to see, and he neither ate nor drank.

He stayed some days with the disciples in Damascus, and he began at once to proclaim Jesus in the synagogues, that he is the Son of God. (Acts 9:1-9, 20)

Questions

1. In our previous passage from last week, St. Stephen was stoned to death but prayed for those who persecuted him even as he was dying. The only person mentioned by name in the passage is Saul, and only a short time later, Saul has a conversion experience. Imagine that you are Saul witnessing the stoning of Stephen, and seeing his peace, joy, and prayers while being stoned. What kind of an effect might that have on you?

2. In one short but incredible moment, Saul’s life is forever changed. For three days he was unable to see and did not even eat. What might have been going through his mind during those three days? While we will likely never experience a conversion as dramatic as Saul’s, we are still sinners; how might God be calling us to change even today?

3. When we are in very difficult situations and are suffering, if we allow God to work in and through us in those moments, they can be a real witness to the world about our faith in God. There is a very challenging verse in Colossians 1:24, “Now I rejoice in my sufferings for your sake, and in my flesh I am filling up what is lacking in the afflictions of Christ on behalf of his body, which is the church.” There is nothing lacking in what Christ did for us on the cross, but when we trust in God and persevere in hope, we make present Christ’s suffering and His willingness to be obedient and faithful to the will of the Father. We become a witness as we unite our sufferings with His and remain close to Him in our challenges.


Video

Courtesy of The Bible Project

 


La Conversión de Saulo

Versículo para memorizar: “Seamos convertidos como Saúl, en corazones y mentes.” (Desde Hechos de los Apostles 9)

Lee este pasaje bíblico y reflexiona con cada una de las preguntas:

Saulo, que todavía respiraba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de traer encadenados a Jerusalén a los seguidores del Camino del Señor que encontrara, hombres o mujeres. Y mientras iba caminando, al acercarse a Damasco, una luz que venía del cielo lo envolvió de improviso con su resplandor. Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”. El preguntó: “¿Quién eres tú Señor?”. “Yo soy Jesús, a quien tú persigues, le respondió la voz. Ahora levántate, y entra en la ciudad: allí te dirán qué debes hacer”. Los que lo acompañaban quedaron sin palabra, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Allí estuvo tres días sin ver, y sin comer ni beber.

Saulo permaneció algunos días con los discípulos que vivían en Damasco, y luego comenzó a predicar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios. (Hechos de los Apostles 9:1-9, 19-20)

Preguntas para reflexionar:

1. En la cita de la semana previa, San Esteban fue apedreado a muerte, y mientras que moría, clamó y oró por aquellos que lo habían perseguido. El único personaje que se menciona por nombre propio en el pasaje es Saulo. Un corto tiempo después, Saulo tiene una experiencia de conversión. Imagina que tú eres Saulo y que estás siendo testigo de la muerte de Esteban, viendo como ora en paz mientras es ultrajado y apedreado. ¿Qué clase de efecto podría tener esto en ti?

2. En un momento corto, pero increíble, la vida de Saulo cambia para siempre. No tuvo la capacidad de ver durante tres días, y tampoco comió nada. ¿Qué pudo haber atravesado por su mente a través de esos tres días? Nosotros quizás nunca llegaremos a pasar por una conversión tan dramática como la de Saulo, y todavía seguimos cayendo en el pecado. ¿Cómo nos sigue llamando Dios a un cambio y conversión en el día de hoy?

3. Cuando estamos en situaciones difíciles o en sufrimiento, podemos permitir que Dios trabaje en nosotros, precisamente a través de esas dificultades. Ellas pueden ser un testimonio de nuestra fe para los demás. Este verso de Colosenses 1, 24 nos propone un gran reto: “Ahora me alegro en medio de mis sufrimientos por ustedes, y voy completando en mí mismo[a] lo que falta de las aflicciones de Cristo, en favor de su cuerpo, que es la Iglesia.” Lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz fue a plenitud, y cuando confiamos en Dios y perseveramos en la esperanza, nos hacemos partícipes del sufrimiento de Jesús, Su docilidad, obediencia, y fidelidad para con Nuestro Padre. Al unir nuestro dolor y sufrimiento al Suyo, nos acercamos más a Él en nuestras dificultades.