Week Five: Parable of the Lost Sheep
Week Five: Parable of the Lost Sheep – Luke 15:1-7
Verse to memorize
“There will be more joy in heaven over one sinner who repents than over ninety-nine righteous persons who need no repentance.” (Lk 15:7)
Passage
Now all the tax collectors and sinners were coming near to listen to Him. And the Pharisees and the scribes were grumbling and saying, “This fellow welcomes sinners and eats with them.”
So He told them this parable: “Which one of you, having a hundred sheep and losing one of them, does not leave the ninety-nine in the wilderness and go after the one that is lost until he finds it? When he has found it, he lays it on his shoulders and rejoices. And when he comes home, he calls together his friends and neighbors, saying to them, ‘Rejoice with me, for I have found my sheep that was lost.’ Just so, I tell you, there will be more joy in heaven over one sinner who repents than over ninety-nine righteous persons who need no repentance.” (NRSV)
Meditation Questions:
1.) This scene takes place in Galilee where Jesus grew up. Q: Who were the tax collectors? A: The tax collectors of Jesus’ time were local Jewish men who were employed by the Roman occupiers to collect taxes from the Jews. They had a bad reputation among the elite Jews because the system of “tax farming” which the Romans used, allowed the collectors to take a percentage of what they collected as their pay. So the more they collected, the richer they got. Q: Who were the Pharisees? A: They were the educated laity of Jesus’ time who studied the Law and the Prophets and interpreted the Law, that is, the Hebrew Bible, adding on stricter interpretations, called the Oral Law. They were a recent movement whose name, pharisee, means “set apart”. Q: Who were the scribes? A: Sometimes called “lawyers”, they were specialists in reading and copying the scrolls of the Jewish scriptures. They are often associated with the Pharisees.
2) Q: Who came to hear Jesus teach in this scene? A: Sinners, tax collectors, Pharisees and scribes. Q: Who grumbled? A: The scribes and the Pharisees. Q: Why did they grumble? A: They disapproved of anyone associating with sinners and tax collectors. Also, Jews were not supposed to eat with sinners.
3) Q: In the parable, how many sheep does the owner of the sheep have? A: 100. Q: How many does the owner lose? A: One. Q: What does the owner do? A: He leaves the 99 in the wilderness, to look for the lost sheep. Q: What does he do when he finds it? A: He lays it on his shoulders and rejoices. Q: What does he do when he comes home? A: He calls together his friends and neighbors to celebrate with him.
4) Q: Can you find the “comparison points” between the grumbling scribes and Pharisees and the sinners and tax collectors? Who do the 99 sheep represent? A: The law observant Jews, perhaps the scribes and the Pharisees themselves. Q: Who is the lost sheep? A: Sinners and tax collectors. Q: Who is the owner who leaves the other 99 alone in the wilderness where wolves could attack them, to find the one lost sheep? A: Jesus.
5) Q: What did Jesus intend the scribes and Pharisees to learn from this parable? A: About God’s extreme mercy towards sinners. God goes beyond the normal response of humans in this situation, so great is His loving mercy towards sinners. Q: What does the party with the friends and neighbors represent? A: God’s joy when sinners repent.
6) Q: What do you imagine was the response of these grumbling religious leaders to Jesus’ parable? A: Answers will vary. Q: Perhaps they thought that they should do more outreach to sinners. Or, that they should focus on their own sinfulness. Or, they were surprised by the notion that God is merciful and joyful as well as the just judge.
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Courtesy of The Bible Project
Semana Cinco: La parábola de la oveja perdida – Lucas 15:1-7
Versículo para memorizar:
“Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse” (Lucas 15:7)
Lea este pasaje y reflexione con estas preguntas
Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo.
Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: “Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos”.
Jesús les dijo entonces esta parábola:
“Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría,
y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido”.
Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”.
(El libro del Pueblo de Dios)
Preguntas para reflexionar:
1. Esta escena tiene lugar en Galilea, donde creció Jesús.
P: ¿Quiénes eran los publicanos? R: Los publicanos de la época de Jesús eran hombres judíos locales contratados por los ocupantes romanos para recaudar los impuestos de los judíos. Tenían mala reputación entre la élite judía porque el sistema de “recolección de impuestos” que utilizaban los romanos, permitía a los publicanos tomar un porcentaje de lo que cobraban como su paga. Así que cuanto más recaudaban, más ricos se hacían.
P: ¿Quiénes eran los fariseos? R: Eran los laicos cultos de la época de Jesús que estudiaban la Ley y los Profetas e interpretaban la Ley, es decir, la Biblia hebrea, añadiendo interpretaciones más estrictas, llamadas Ley Oral. Eran un movimiento reciente cuyo nombre, fariseo, significa “apartado”.
P: ¿Quiénes eran los escribas? R: A veces llamados “abogados”, eran especialistas en leer y copiar los manuscritos de las escrituras judías. A menudo se les asocia con los fariseos.
2. P: ¿Quiénes vinieron a escuchar a Jesús en esta escena? R: Pecadores, publicanos, fariseos y escribas.
P: ¿Quiénes murmuraban? R: Los escribas y los fariseos.
P: ¿Por qué murmuraban? R: Desaprobaban que alguien se relacionara con pecadores y publicanos. Además, los judíos no debían comer con los pecadores.
3. P: En la parábola, ¿cuántas ovejas tiene el dueño de las ovejas? R: 100.
P: ¿Cuántas pierde el dueño? R: Una.
P: ¿Qué hace el dueño? R: Deja a las 99 en el campo, para buscar a la oveja perdida.
P: ¿Qué hace cuando la encuentra? R: La carga sobre sus hombros, lleno de alegría.
P: ¿Qué hace cuando llega a casa? R: Llama a sus amigos y vecinos para que se alegran con él.
4. P: ¿Puedes encontrar los “puntos de comparación” entre los escribas y fariseos gruñones y los pecadores y publicanos? ¿A quiénes representan las 99 ovejas? R: Los judíos observantes de la ley, quizás los propios escribas y fariseos.
P: ¿Quién es la oveja perdida? R: Pecadores y publicanos.
P: ¿Quién es el dueño que deja a las otras 99 solas en el campo, donde los lobos podrían atacarlas, para encontrar a la única oveja perdida? R: Jesús.
5. P: ¿Qué pretendía Jesús que aprendieran los escribas y fariseos de esta parábola? R: Sobre la misericordia extrema de Dios hacia los pecadores. Dios va más allá de la respuesta normal de los humanos en esta situación, así de grande es su misericordia amorosa hacia los pecadores.
P: ¿Qué representa la reunión con los amigos y vecinos? R: La alegría de Dios cuando los pecadores se arrepienten.
6. P: ¿Cuál crees que fue la respuesta de estos líderes religiosos refunfuñones a la parábola de Jesús? R: Las respuestas van a variar. Tal vez pensaron que debían acercarse más a los pecadores. O que deberían centrarse en su propia pecaminosidad. O bien, les sorprendió la idea de que Dios es misericordioso y alegre, además de juez justo.