Semana Cuatro: Oración del Rey Salomón

Versículo para memorizar

“Concede a tu servidor un corazón comprensivo, para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal”

Lea este pasaje y reflexione con estas preguntas

Introducción al Libro de los Reyes: En los libros históricos de la Biblia leemos acerca de los muchos reyes de Israel, desde el rey Saúl hasta el rey Sedequías. Algunos fueron muy buenos; otros fueron malos. Salomón fue el tercer rey después del rey Saúl y después de su padre, el rey David. Después de Salomón el Reino de Israel se dividió, haciendo dos reinos, el Reino de Israel (Norte) y el Reino de Judá (Sur). Es considerado tradicionalmente como el autor del Libro de la Sabiduría. En este pasaje, el joven Salomón se ha convertido en rey, y va a Gabaón para adorar al Señor Dios. Allí el SEÑOR se le apareció en un sueño por la noche:

1er Libro de Reyes capítulo 3:5b-15

Dios le dijo: “Pídeme lo que quieras”. Salomón respondió: “Tú has tratado a tu servidor, David, mi padre, con gran fidelidad, porque él caminó en tu presencia con lealtad, con justicia y rectitud de corazón; tú le has atestiguado esta gran fidelidad, dándole un hijo que hoy está sentado en su trono. Y ahora, Señor, Dios mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre David, a mí, que soy apenas un muchacho y no sé valerme por mí mismo. Tu servidor está en medio de tu pueblo, el que tú has elegido, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Concede entonces a tu servidor un corazón comprensivo, para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién sería capaz de juzgar a un pueblo tan grande como el tuyo?”. Al Señor le agradó que Salomón le hiciera este pedido, y Dios le dijo: “Porque tú has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, ni riqueza, ni la vida de tus enemigos, sino que has pedido el discernimiento necesario para juzgar con rectitud, yo voy a obrar conforme a lo que dices: Te doy un corazón sabio y prudente, de manera que no ha habido nadie como tú antes de ti, ni habrá nadie como tú después de ti. Y también te doy aquello que no has pedido: tanta riqueza y gloria que no habrá nadie como tú entre los reyes, durante toda tu vida. Y si vas por mis caminos, observando mis preceptos y mis mandamientos, como lo hizo tu padre David, también te daré larga vida”. Salomón se despertó, y comprendió que había tenido un sueño. Luego regresó a Jerusalén y se presentó ante el Arca de la Alianza del Señor; ofreció holocaustos y sacrificios de comunión, e hizo un banquete para todos sus servidores. (Biblia “El libro del Pueblo de Dios”)

Preguntas para reflexionar:

1.) P: ¿Por qué el joven rey Salomón se preocupa por juzgar al pueblo israelita. R: En el antiguo Israel, el sistema legal era muy diferente de los tiempos modernos. Cada ciudad estaba protegida por un muro y una puerta. En cada ciudad, los ancianos que ya no podían trabajar en el campo o cuidar de los rebaños, se sentaban junto a la puerta durante el día, observando las idas y venidas de los viajeros y escuchando las noticias del día. También tenían una tarea muy importante. Si dos ciudadanos tenían una disputa, llevaban el caso a los ancianos de la puerta, quienes escuchaban la queja y emitían un juicio. No siempre fueron justos. Si no podían resolver el caso, la apelación se dirigía al rey en Jerusalén. Parte del trabajo del rey era garantizar la justicia. Salomón había visto a su padre, el rey David, sentado a la puerta de Jerusalén, escuchando casos día tras día y haciendo justicia. Ahora él tenía ese trabajo. No se sentía a la altura de la tarea.

2.) P: ¿Cómo se le apareció Dios al nuevo joven rey? R: En un sueño. P: ¿Qué le ofreció Dios? R: Lo que sea que le pidiera. P: ¿Qué pidió Salomón? R: Un corazón que escucha para juzgar a su pueblo y distinguir entre el bien y el mal. Los sabios escuchan y piensan en lo que es bueno y lo que es malo, antes de hablar. P: ¿Tú o alguien que conoces parece tener “un corazón comprensivo”?

3.) P: ¿Qué le dio Dios realmente a Salomón? R: Ver versículos 12 y 13. P: ¿Qué significa Dios cuando dice: “Y si vas por mis caminos, observando mis preceptos y mis mandamientos, como lo hizo tu padre David, también te daré larga vida”? R: “Caminar en los caminos de Dios” es una expresión común en el Antiguo Testamento que significa obedecer las leyes de Dios, los mandamientos y evitar el pecado, especialmente la adoración de ídolos. En los Evangelios, Jesús usa la orden “¡Sígueme!” en su lugar.

4.) Salomón le pidió a Dios sabiduría y la obtuvo, ¡y mucho más! Tú puedes pedirle a Dios sabiduría también. La conseguirás.


Video

Courtesy of The Bible Project