Semana 8: Primera carta de san Pablo a los corintios 8:4; 10:25-26

Versículo para memorizar

“La tierra y su plenitud son del Seño”

Lea este pasaje y reflexione con estas preguntas

Primera carta de san Pablo a los corintios 8:4, 10:25-26

En cuanto a comer la carne sacrificada a los ídolos, sabemos bien que los ídolos no son nada y que no hay más que un solo Dios […] Coman de todo lo que se vende en el mercado, sin hacer averiguaciones por escrúpulos de conciencia. Porque del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella.

Preguntas para reflexionar:

1.) P: ¿Qué es un ídolo? R: Una imagen o estatua hecha por el hombre a la que la gente atribuye poderes divinos. En el antiguo mundo de Jesús, los Apóstoles y san Pablo, los judíos y los cristianos sabían que sólo hay un Dios. Pero la religión oficial romana enseñó que había muchos dioses, a veces uno para cada aspecto de la naturaleza o cada profesión. Así que los primeros cristianos vivían en ciudades con muchos templos, uno para cada dios. Y sus vecinos sacrificaban animales a estos dioses imaginarios hechos de madera y metal. Luego se vendía la carne sobrante de los sacrificios del templo en los mercados de la ciudad. Los conversos cristianos de San Pablo en Corinto escribían para preguntarle si podían comer esa carne con buena conciencia. P: ¿Cuál es la respuesta de san Pablo? R: Sí. P: ¿Por qué? R: Porque los ídolos no son reales y la carne, no importa de dónde provenga, es un don de Dios.

2.) San Pablo menciona “cuestiones de conciencia”. P: ¿Qué es la conciencia? R: La conciencia es esa pequeña voz en nuestros corazones que nos recuerda que sólo debemos hacer lo que es justo y bueno. P: ¿Alguna vez has sentido tu conciencia empujándote, diciendo “tal vez no deberías hacer eso” o “tal vez deberías hacer eso que no quieres hacer”?

3.) P: ¿Reconoces la cita en la respuesta de san Pablo a los Corintios? R: ¡Sí! Es el primer versículo del Salmo 24 que estudiamos en la Semana n. º 4. P: ¿Qué es la “plenitud” de la Tierra? R: Todas las personas, animales, alimentos, plantas, etc. de las que la tierra está plena.

4.) San Francisco de Asís consideró toda la creación de Dios como su familia en cierto sentido. Llamó al sol su hermano; a la luna su hermana; y a la tierra su madre, porque al igual que él, todos pertenecen a Dios. Aquí está su oración, el Cántico del Sol: http://www.franciscanos.org/esfa/cant.html


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