Semana 1: Génesis 1:1-31 y Génesis 2:15

Algo importante que saber sobre los capítulos 1-3 del Génesis:

Al principio de la Biblia, no tenemos uno sino dos relatos de la creación. Están enseñando historias; contienen, en forma de historia, tremendas verdades sobre la relación de la humanidad con Dios y la relación de la humanidad con la tierra y todas las otras criaturas de Dios. El capítulo 1 nos da la visión cósmica de la creación en seis días comenzando con un abismo acuoso oscuro y terminando con la creación de seres humanos. Los capítulos 2 y 3 introducen las historias de los patriarcas con una escena en el Jardín del Edén que comienza con la creación del primer ser humano, Adán, luego Eva, y luego sus hijos y así sucesivamente. El estudio de esta semana será una especie de “búsqueda del tesoro”. ¿Puedes encontrar las verdades ocultas en estos dos relatos?

Lea este pasaje y reflexione con estas preguntas

Génesis 1:1-31

Versículo para memorizar: “Dios vio que era bueno”

Al principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se cernía sobre las aguas. Entonces Dios dijo: «Que exista la luz». Y la luz existió. Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas; y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el primer día. Dios dijo: «Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca una separación entre ellas». Y así sucedió. Dios hizo el firmamento, y este separó las aguas que están debajo de él, de las que están encima de él; y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el segundo día. Dios dijo: «Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están bajo el cielo, y que aparezca el suelo firme». Y así sucedió. Dios llamó Tierra al suelo firme y Mar al conjunto de las aguas. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces dijo: «Que la tierra produzca vegetales, hierbas que den semilla y árboles frutales, que den sobre la tierra frutos de su misma especie con su semilla adentro». Y así sucedió. La tierra hizo brotar vegetales, hierba que da semilla según su especie y árboles que dan fruto de su misma especie con su semilla adentro. Y Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el tercer día. Dios dijo: «Que haya astros en el firmamento del cielo para distinguir el día de la noche; que ellos señalen las fiestas, los días y los años, y que estén como lámparas en el firmamento del cielo para iluminar la tierra». Y así sucedió. Dios hizo que dos grandes astros –el astro mayor para presidir el día y el menor para presidir la noche– y también hizo las estrellas. Y los puso en el firmamento del cielo para iluminar la tierra, para presidir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el cuarto día. Dios dijo: «Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo». Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces los bendijo, diciendo: «Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra». Así hubo una tarde y una mañana: este fue el quinto día. Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de toda especie». Y así sucedió. Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas clases de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno. Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo». Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra». Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas las fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde». Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día. (El Libro del Pueblo de Dios, 1990)

Génesis 2:4-9, 15

Versículo para memorizar: “Versículo para memorizar: “El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara”

San Pablo era un evangelista viajero. Después de dejar cada comunidad, se mantenía en contacto escribiendo epístolas o cartas, para animar a los nuevos cristianos a mantener la fe, especialmente a las comunidades perseguidas. En este corto pasaje de su carta a la iglesia cristiana de Tesalónica, Macedonia, enfatiza la necesidad de rezar y estar alegres.

Este fue el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados. Cuando el Señor Dios hizo la tierra y el cielo, aún no había ningún arbusto del campo sobre la tierra ni había brotado ninguna hierba, porque el Señor Dios no había hecho llover sobre la tierra. Tampoco había ningún hombre para cultivar el suelo,
pero un manantial surgía de la tierra y regaba toda la superficie del suelo. Entonces el Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz un aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente. El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado.
Y el Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, que eran atrayentes para la vista y apetitosos para comer; hizo brotar el árbol del conocimiento del bien y del mal. El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara.
(El Libro del Pueblo de Dios)

Preguntas para reflexionar:

1. P: En la primera historia de la creación, ¿cómo crea Dios el mundo? R: Él simplemente “habla” la creación (la luz, las aguas arriba y abajo, la tierra seca, las plantas, etc.) diciendo “Que haya _______”. P: En la primera historia de la creación, ¿qué hace Dios último? R: Los seres humanos. P: En la segunda historia de la creación, ¿qué es lo que Dios crea primero? R: El hombre.

2.) P: En la segunda historia, ¿cómo hace Dios al hombre? R: Del polvo de la tierra. P: En la primera historia, ¿cómo hace Dios a la humanidad? R: A su propia imagen; hombre y mujer. Piénsalo: ¡somos hechos a imagen y semejanza de Dios! El Papa Francisco dice: “Esto nos muestra la inmensa dignidad de cada persona”.

3.) P: ¿Cuántos días le toma a Dios crear el mundo en la primera historia? R: Seis,
porque más tarde, dice: “El séptimo día, Dios […] cesó de hacer la obra que había emprendido”. P: En la primera historia, en cada día de la creación, ¿qué ve Dios? R: “Que era bueno”.

4.) En la primera historia, Dios da a la humanidad “dominio” sobre todos los peces, los pájaros y todos los seres vivos. ¿Qué significa “tener dominio” sobre algo? R: Dominus es una palabra latina para Señor. Dominio significa señorío o control sobre las cosas creadas. Dios dio a los humanos el control sobre la tierra que Él creó, pero como veremos en semanas futuras, la tierra todavía pertenece a Dios. P: En la segunda historia, ¿por qué Dios “puso al hombre en el jardín”? R: Para cultivarlo y cuidar de él. P: ¿Podía el primer hombre hacer lo que quería con el “jardín” de Dios? R: No. P: ¿Qué es lo que eso hace a los humanos a los ojos de Dios? R: Cuidadores de su “jardín”, la tierra.

5.) Estas son dos historias poderosas. La gente recuerda las historias. ¿Qué verdades ocultas puedes encontrar en estas dos historias de la creación? R: (Hay muchas buenas respuestas) Ejemplos: Dios tiene un plan. Dios hizo la Tierra. Dios nos hizo. Dios nos hizo a su imagen. Dios nos hizo hombre y mujer. Todo lo que Dios hizo es bueno. Dios puso orden en el mundo (día y noche, luz y oscuridad, semanas y estaciones, tierra y mar, hombre y mujer, seis días de trabajo). La tierra es un don de Dios a la humanidad. Dios espera que la humanidad no sólo use la tierra para cultivar alimentos, sino también para cuidar de ella. (Algunas traducciones usan la palabra “guardar” la tierra.)


Video

Courtesy of The Bible Project